jueves, 22 de marzo de 2012
Centenario Casa de Buenos Aires
Comenzamos el 25 de septiembre del 2011 un camino que iremos recorriendo a lo largo de este año y haciéndoles a ustedes participes de las diferentes actividades que realicemos, para culminar con la celebración de estos 100 años de nuestra presencia como Religiosas de María Inmaculada en América. Cerraremos el centenario los días 28,29 y 30 de septiembre de 2012 en la Casa de Buenos Aires... lugar donde empezó esta historia....
un sueño que se hizo
realidad
Como
no elevar la mirada y entonar un canto de acción de gracias al Señor de la Vida
por Vicenta María, por ese sueño de surcar los mares y expandir su obra, por
querer llegar a las jóvenes más
necesitadas del otro lado del Atlántico.
Un sueño que un 26 de septiembre
allá por el 1912 empezó a ver la luz, cuando esas primera siete hermanas (M.
María de los Desamparados Molina, M. María Estanislao Mir, M. María de San
Estanislao de Kostka Morey, H. Maria del Redentor Fando, H. Maria del Buen
Pastor López) que embarcaron desde el puerto de Barcelona y (M. María de Belén Maiztegui y H. María del Consuelo
Villegas) que se unieron en Málaga a
bordo del Transatlántico León XIII rumbo a la ciudad de Buenos Aires
(Argentina). Como no agradecer esas semillas que ellas con su entrega sembraron
primero en esta bella ciudad argentina para luego ir esparciéndose por el resto
del Continente Americano.
Hoy cerca ya de cumplir los 100
años y trayendo a la memoria del corazón tantos recuerdos, rostros de hermanas
y jóvenes del ayer y del hoy empezamos a festejar.
No podemos olvidar que las
protagonistas de nuestra historia son las jóvenes, con ellas quisimos también
celebrar y seguimos vistiendo el comedor de la residencia de fiesta, había que
hacer la diferencia y compartir con ellas el gozo y la alegría de la fiesta.
Las puertas
de la Iglesia se abrieron a las 17:30 y ya empezaron a llegar las
colegialas mayores, ex residentes de
diferentes años, las chicas y profesores del colegio, señoras del centro social y chicas, colaboradores y amigos de la casa y las jóvenes que hoy
están en nuestra casa, así poco a poco se fueron llenando los bancos de nuestra
grande y majestuosa Iglesia, ciertamente
vista la capilla desde el altar se veía hermosa con tanta gente, era un poco
como estar viendo esas fotos en blanco y
negro de los primeros tiempos donde se contemplaban los bancos llenos de hnas.
y jóvenes con sus toquillas blancas, solo que hoy estaba vestida de colores….
Ciertamente el corazón se llena
de gozo al ver como esas semillas dieron
y dan sus frutos aunque a veces nosotras
no seamos muy conscientes de ello.
La Eucaristía fue preparada y participativa, la primera lectura la
hizo una hna., el salmo fue entonado por Bety y la segunda lectura una chica del centro social, el ofertorio fue
muy sencillo, pero lleno de mucho
significado….
Terminado el recital de cantos,
la gente se fue marchando y la capilla fue cerrando sus puertas para seguir
conservando en el recuerdo de sus paredes esas voces, rostros de antes y de hoy.
Las hermanas que formamos esta
comunidad y que hemos tenido el gozo de estar también en estos momentos
acompañadas de la Hna. Olga nuestra provincial, su consejo y las hnas. de la comunidad de Haedo
subimos junto con los padre a
seguir compartiendo un rato más en
fraternidad esa alegría y gozo que nos
envolvía y que deseamos siga siendo impulso en nuestro camino hacia esos 100
años…
Con Vicenta María, esas siete primeras hnas. que hicieron
realidad el hoy y el resto que ya nos abandonó pero que seguirán formando
comunidad en el cielo decimos:
Damos Gracias a Dios por todo.
Soy consciente de lo difícil que es plasmar en un
papel todos los sentimientos y el gozo
que el corazón experimenta en momentos así, pero espero y confió que pueda de alguna
forma transmitirles algo de lo vivido…
Hna. Maria Luisa Navarro
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