jueves, 12 de abril de 2012
Virgen que acompañó a la primeras hnas. que llegaron a América
Esas primeras hnas. que se adentraron en la hermosa aventura "de lo desconocido" no venian solas, si y no solo porque el barco en el cual viajaban estaba repleto de gente que traian sueños de algo mejor... sino porque tambien con ellas estaba la Imagen de Maria, la Virgen... la Mujer que siempre fielmente recorre el camino, como lo hizo en su momento acompañando a Jesús, ahora acompañaba a nuestras hnas. siendo su protección...
Esta imagen esta actualmente en la sala de comunidad de nuestra casa de Buenos Aires.... y el año pasado por primera vez tambien recorrio en procesión las calles de nuestro barrio, su barrio, donde desde hace casi 100 años, ella vive....
Procesión de la Virgen
Siguiendo las huellas de un Centenario… la
Virgen visita nuestro barrio....
En el marco del Centenario de la llegada de las RMI a
América, con las semillas del ayer que siguen sorprendiéndonos en el hoy y en
un día tan señalado para nuestra Congregación y para cada una de las que la
formamos como es el 8 de diciembre día de la Inmaculada. La Virgen quiso seguir
teniendo detalles con nosotras y caso por sorpresa unos días antes surgió la
propuesta por parte de nuestro capellán, el P. Daniel Pavón, que está viviendo
en la Parroquia del Valle a una cuadra de casa a la cual pertenecemos y que la llevan los Padre Lateranenses de
participar con ellos en la procesión de
la Virgen del Valle que el día 8 a las
siete de la tarde tendría lugar por las
calles de nuestro barrio. Pero la participación
no consistía solo en nuestra presencia como testimonio y unión con la
Iglesia, sino que nos invitaban a
llevar a nuestra Virgen junto con
la del Valle de Catamarca que es
venerada en esta Iglesia. Ciertamente aparte de todo lo que significa seria
también una buena ocasión de abrirnos a la comunidad parroquial.
A las 17:45 el capellán con
algunos hombres de la parroquia vinieron a casa realizar el traslado de la
Virgen hacia la Parroquia, allí la esperaba en el altar otras tres imágenes de
la Virgen del Valle de Catamarca para dar comienzo a la Eucaristía.
El padre agradeció nuestra
presencia al tiempo que hizo mención de nuestra labor con las jóvenes a lo largo de estos años que ya están rozando
los 100, explico que la Virgen que esta
tarde nos acompañaba era la que había venido desde España con las primeras hnas. que abrieron caminos en este bello continente, la
cual nos ha ido acompañando a lo largo de estos años.
Es curioso como todo tiene su
tiempo y su momento bajo el sol, porque para hacer honor a la verdad, esa
imagen como muchas otras a veces las tenemos en nuestras casas y las saludamos o hacemos oraciones junto a
ella en momentos determinados, pero como
que están ahí nada más y cuando llegan momentos determinados o acontecimientos
concretos hacen saltar la chispa y la talla cobra vida, de alguna forma eso es
lo que en este tiempo está pasando cuando traemos a la memoria del
corazón acontecimientos significativos para nuestras historia congregacional y
para nuestro camino como Religiosas de María Inmaculada en América, ese sueño
de Vicenta María hecho realidad.
Particularmente tengo que
admitir que no soy mucho de procesiones
a pesar de haber nacido en una tierra donde se vive y se respira esa
religiosidad popular expresada con
tallas hermosas de Cristo, de la Virgen y escenas bíblicas que impresionan, como
es Andalucía, pero la verdad tengo que reconocer que ayer, cuando la talla de
la Virgen, de esa que un día embarcó en
España para recorrer el mar y llegar a estas tierras y que a las puertas de los
100 años de nuevo sale a recorrer las
calles de este barrio que la albergó durante todos estos años, me hizo
experimentar una alegría interna que no sé
muy bien cómo definir y sentí la necesidad de dar gracias al Señor, porque Él
siempre sabe lo que hace y en el momento en el cual lo hace y en este clima de
celebración, en este año dedicado a la Evangelización nos invitaba de alguna
forma seguir abriendo las puertas de nuestra mente, nuestro corazón y de
nuestra casa, para seguir haciendo camino y ser un testimonio vivo y real…
Quería compartir esto con
ustedes, porque me parece que es importante que vivamos como congregación un
hecho que cambió el rumbo de nuestra historia, que traspaso fronteras y que
llevo el Carisma de Vicenta María a muchos rincones de América.
Hna.
María Luisa Navarro
Suscribirse a:
Entradas (Atom)